¿De dónde viene ¡Dios Mío! Coffee?
¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene ¡Dios Mío! Coffee? Abróchate el cinturón porque nos vamos a embarcar en un viaje al corazón del país del café: ¡Colombia!
El Arte de la Cosecha: Paciencia y Amor
Imagina exuberantes montañas verdes pintadas de vibrantes plantas de café. Estas poderosas plantas pueden crecer hasta 10 metros de altura, presumiendo hojas brillantes que por horas convirtien la luz solar en pura energía para esas deliciosas cerezas de café.
Después de unos años de crecimiento, estos increíbles árboles estallan en una fragante exhibición de flores blancas. Poco después, pequeñas bayas toman su lugar, cada una con dos preciosos granos de café esperando ser descubiertos. Estos granos no se avergüenzan de mostrar sus colores: ¡pueden ser rojos, naranjas, amarillos o incluso rosados!
Recogerlos es una tarea delicada. Nuestras dedicadas cafeteras recolectan cuidadosamente solo las más maduras, asegurando el sabor más rico posible. Es un verdadero trabajo de amor, pero la recompensa es una taza de café que te hará decir ¡Dios Mío! con cada sorbo.
Arábica vs Robusta: Ya conocemos al ganador (¡Dios Mío!)
Hay dos superestrellas principales del grano de café: Arábica y Robusta. Los granos Arábica son las estrellas de rock, conocidos por sus sabores suaves y complejos y aromas deliciosos. Estos son los granos que encontrarás en cada bolsa de ¡Dios Mío! Café. Los granos Robusta, por otro lado, son más duros y amargos, con un toque de cafeína más alto. Generalmente se usan en cafés instantáneos, ¡pero no bajo nuestra supervisión!
Del Grano a la Taza
Una vez recolectadas las cerezas de café, comienza la verdadera magia. Los granos se procesan cuidadosamente, se tuestan a la perfección y finalmente se empaquetan para llevar un sabor del sol colombiano a tu taza. Así que la próxima vez que saborees una taza de ¡Dios Mío! Coffee de Sofía Vergara, recuerda: ¡todo comienza con estas increíbles plantas y las mujeres apasionadas que las cultivan.
¿Listo para probar la diferencia? Toma una taza de ¡Dios Mío! Coffe y embárcate en tu propia aventura cafetera.
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